Actualmente, las nuevas tecnologías se están imponiendo en nuestra forma de vida. Las organizaciones y las empresas necesitan cubrir las nuevas necesidades que demanda la sociedad. Elegir la mejor solución tecnológica, de entre todas las posibles, no es una cuestión baladí.
En economía, el coste de oportunidad o costo alternativo designa el coste de la inversión de los recursos disponibles a costa de la mejor inversión alternativa disponible, o también el valor de la mejor opción no realizada.
El coste de oportunidad se utiliza en el ámbito financiero y económico como una buena forma de evaluar y cuantificar inversiones cuando tenemos varias alternativas posibles y unos recursos limitados. En el campo empresarial el coste de oportunidad supone un elemento importante objeto de estudio ya que supone una de las mejores formas de seleccionar inversiones, no por la rentabilidad a corto y medio plazo, si no sobre todo porque el coste de oportunidad se basa en la rentabilidad futura (beneficios aportados) que podrá reportar cada inversión.
¿Qué hacer para elegir la mejor opción?
No tengo una varita mágica pero la experiencia me permite dar las siguientes recomendaciones a la hora de elegir.
- Objetivos claros. Es fundamental tener el máximo detalle de los objetivos y que estos sean alcanzables. Por ejemplo, en una ocasión quería ir con mi mujer a celebrar un acontecimiento y decidimos ir a cenar a un buen restaurante. Nos sirvieron el menú degustación (diez platos) y cuando terminamos nos fuimos a tomar una hamburguesa al BK porque nos habíamos quedado con hambre. Si el objetivo era cenar, la decisión no había sido la correcta, pero como el objetivo era ir a un buen restaurante, la decisión fue correcta (solo hay que mirar la cuenta…). Creo que la próxima vez que este en la misma situación definiré mejor mi objetivo, cenar en un buen restaurante y no quedarme con hambre al terminar.
Con la tecnología nos puede ocurrir lo mismo, quiero tener lo último, quiero el fabricante con mas prestigio, etc. Sin ser una mala opción, hay que tener en cuenta la capacidad de integración con otras plataformas, como convive en un entorno heterogéneo, los cánones y/o licencias que suponen utilizar esta tecnología, la cualificación necesaria de los técnicos, etc.
- Alcance bien definido. En ocasiones, una solución correcta cuando cambias el alcance deja de ser la mejor solución. Por ejemplo, tengo que hacer un viaje Madrid-Valencia y por economía decido ir en tren en vez de usar mi monovolumen de 7 plazas. Mi mujer y mis cinco hijos se animan y deciden venir conmigo. En este caso, no puedo replicar la decisión que había tomado y tengo que cambiar de decisión para viajar en el monovolumen.
Con la tecnología ocurre lo mismo, soluciones correctas para un grupo limitado al cambiar el alcance se convierten en ingobernables, los costes aumentan exponencialmente incluso puedes incumplir normativas (RGPD, etc). Las soluciones deben estar ajustadas a los requisitos y necesidades a corto, medio y largo plazo.
Resumen
Con la tecnología no todo vale. Conviene dedicar tiempo y asesorarse de expertos que nos ayuden a definir los objetivos y alcance de los proyectos tecnológicos para que nuestra decisión sea la mejor.
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